Buena entrada de José Apezarena sobre esta cuestión de actualidad
Los clientes de ése, como de otros centros parecidos, son personas con inclinaciones homosexuales que, sin embargo, no están contentos con su situación y desean buscar un remedio. Para lo cual se muestran dispuestos a someterse a la atención de médicos especialistas, entre ellos psiquiatras.
Bueno, pues, la consejería catalana de Salud ha dicho que impondrá una sanción económica al establecimiento de Barcelona si se confirma que ofrece “terapias reparativas para cambiar la orientación sexual”.
Aquí, ya me pierdo. Pero ¿no es doctrina ‘oficial’ de un amplio sector de la izquierda el que la sexualidad no constituye un dato objetivo, ni viene determinada por el nacimiento o por la naturaleza física, sino que es una ‘opción’, una ‘elección’ de cada persona?
Si existe el tal derecho de ‘elección’, ¿ahora van a prohibir la libre voluntad de quien desee dejar de ser homosexual, o al menos de intentarlo?
Digo que me pierdo, porque resulta que hay comunidades autónomas donde la seguridad social ha cubierto el cambio de sexo. Y tal demanda ha sido, por ejemplo, una reivindicación del Partido Socialista.
O sea, que es tolerable el cambio de sexo, incluso a cargo de los dineros públicos, ¿y no se admite la voluntad de dejar de ser homosexual? ¿Con qué argumentos? ¿Dónde está la susodicha libertad?
Otra vez me he metido en terrenos pantanosos. Pero es que tratan de endosarnos unas ruedas de molino tales que resulta muy difícil tragarlas. Y éste es una de ellas.
JOSÉ APEZARENA
EL CONFIDENCIAL DIGITAL
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