En los últimos días ha empezado a difundirse una nueva iniciativa para que los padres de hijas adolescentes puedan, ante las nuevas condiciones de venta de la píldora del día después (PDD) en las farmacias, ejercer los derechos y obligaciones que se derivan de la patria potestad.
La iniciativa consiste en un modelo de carta que los padres pueden enviar o entregar al farmacéutico de su barrio comunicándole que debe abstenerse de dispensar la PDD a las hijas menores de edad.
Esta campaña, que va a ser difundida por diferentes entidades, coincide con la importante sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que anula los artículos 33 y 59 del Código de Deontología del Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña. Dichos preceptos garantizaban la confidencialidad de la atención médica a “menores maduros”. Según la sentencia, el consentimiento del menor debe ser tenido en cuenta pero no prevalece sobre la opinión de los padres.
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