ACTUALIDAD
martes, 2 de marzo de 2010
De la Vega, el odio religioso y la hipocresía de la Alianza de Civilizaciones
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, sacó ayer a relucir, en la sede de la ONU en Ginebra, la mortecina “Alianza de Civilizaciones” para afirmar que España, junto a los países europeos, está dispuesta “a combatir cualquier incitación al odio religioso”... La estupenda actitud la de doña María Teresa en su defensa de la libertad de expresión siempre y cuando no se confunda con la “incitación al odio”, es casi idéntica a la mostrada hace tan solo unos días, en el mismo escenario, por el presidente Zapatero, cuando se refirió, con un entusiasmo sorprendente, a que nadie tiene derecho a quitar la vida de nadie... justo cuando se aprobaba en el Senado la Ley del Aborto.
Con la “Alianza de Civilizaciones” tan traída y llevada por nuestro Gobierno, pasa algo muy parecido al rechazo de la pena de muerte expuesto por Zapatero y recordado ayer por la señora De la Vega, durante la XIII sesión del Consejo de Derechos Humanos: que es pura hipocresía. Esa “alianza”, efectivamente, ha sido propuesta por un presidente que no cree en su propia civilización, es decir, la cristiana, que ha dado su identidad a nuestra Europa de ayer y de hoy.
Dicho de otra manera: un presidente agnóstico –o acaso, más bien, ateo- propone en nombre de sí mismo y de sus convicciones laicistas, nada menos que una alianza con un mundo, el islámico, que si tiene algo a gala es justo su convicción religiosa, que orienta y da sentido a la vida política, social, económica, cultural, familiar... Así ocurre que mientras el señor Zapatero y la señora De la Vega se llenan la boca con su rechazo a la pena de muerte y a la “incitación al odio religioso”, en referencia al mundo islámico, aquí, en nuestra España, se dedican a promover leyes que atentan contra la esencia misma de su identidad cristiana.
Manuel Cruz (Análisis Digital)
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