ACTUALIDAD

domingo, 14 de marzo de 2010

“Nos produce perplejidad contemplar la grave ofensiva que está sufriendo la Iglesia y el catolicismo social desde las instituciones públicas”


Luis Sánchez de Movellán de la Riva, consejero nacional de la ACdP y habitual colaborador de Análisis Digital durante años, ha conversado con para esclarecer por qué se caracteriza la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y cómo ha sido su evolución en los últimos cien años. Sánchez de Movellán se atreve además a criticar la corriente laicista protagonizada por el Gobierno, que parece pretender “abrir heridas cerradas en la Transición”.

Destaco una de sus reflexiones:


¿Por qué han decaído los valores morales y las virtudes en la sociedad española?

Es una contestación compleja e, incluso, poliédrica, porque en ello han influido muchos y variados factores: secularización de las sociedades occidentales, penetración de filosofías disolventes como el nihilismo o el existencialismo, proliferación de ideologías hedonistas, establecimiento de modos de vida epicúreos, concepciones axiológicas relativistas…Estamos en una situación difícil y delicada para la Iglesia y para España. La ejemplar transición que hizo la Iglesia desde un franquismo acomodado a una democracia más o menos consolidada fue un elemento decisivo para la reconciliación nacional. La izquierda laicista que tanto tiene que callar, se ha quitado la máscara y nos muestra su auténtico rostro: el históricamente sectario que persigue con saña a la religión, pretendiendo expulsarla del ámbito público -y si pudiera, por cierto, la arrancaría de las almas- para que la sociedad española navegue sin rumbo y pueda ser más fácilmente manipulable.

La libertad de conciencia y la religiosa son las primeras libertades y el no respetarlas lo único que hace es mostrar el cariz totalitario de quien las reprime. Es francamente sonrojante y nos produce perplejidad contemplar la grave ofensiva que está sufriendo la Iglesia y el catolicismo social desde las instituciones políticas. Existe una ofensiva laicista, agresiva, beligerante, anacrónica y reaccionaria, que divide a los españoles, crea problemas artificiales donde no existen y abre unas heridas que parecían cerradas por el pacto de la Transición.

LEER MÁS

No hay comentarios:

Publicar un comentario