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lunes, 8 de marzo de 2010

Oscar 2010. Sorpresas y rutinas


Aunque la ceremonia empezó bien, con un número deslumbrante, Steve Martin y Alec Baldwin no estuvieron a la altura de la brillante presentación de Hugh Jackman el año pasado. Aún así la ceremonia ha sido de las más ágiles de los últimos años con discursos cortos y actuaciones breves. Y sobre todo ha tenido alguna que otra sorpresa importante.

El duelo Bigelow-Cameron no se ha cerrado con la solución salomónica que preveía que Bigelow se llevase el Oscar a la mejor dirección, y Cameron el de la mejor película. Finalmente Avatar se ha quedado sin casi nada (3 Oscar técnicos de los 9 a los que aspiraba). Un varapalo considerable a la película más taquillera de la Historia y al director que en su última aparición en los Oscar se llevó 11 estatuillas por Titanic. ¿Era tan maravillosa Titanic y es tan mediocre Avatar? Un debate interesante para discernir el valor cinematográfico de los Oscar.

Lo que está claro es que la triunfadora de la noche ha sido Kathryn Bigelow al convertirse en la primera directora ganadora de un Oscar con En tierra hostil que se ha llevado casi todos los grandes premios (película, director, guión original, montaje, sonido y efectos sonoros). A estas alturas nadie duda de que esta película se trata de la mejor película sobre la guerra de Irak de las realizadas hasta ahora. Sin embargo, hay más dudas en considerarla la película del año.

Sobre todo teniendo dos joyas como Up y Up in the air (la primera se ha llevado los Oscar de mejor película de animación y banda sonora, mientras que la segunda se ha ido de vacío). Sorprende que estas películas no hayan sido premiadas por sus sobresalientes guiones en beneficio de las oscarizadas Precious y En tierra hostil. Aparte, siempre quedará la duda de si George Clooney no estaba mejor que Jeff Bridges (aunque hay que reconocer que Clooney tiene la gran ventaja de tener un gran personaje, algo que no le sucede al protagonista de Corazón rebelde), y sí no hubiese sido justo premiar a una revelación como Carey Mulligan (An education) en perjuicio de una consolidada Sandra Bullock.

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