ACTUALIDAD

viernes, 5 de marzo de 2010

EL DIA DEL SEÑOR


La higuera estéril. Tercer domingo de Cuaresma

El curioso texto del Evangelio de esta semana puede llevar a alguien a pensar que se trata de una cadena de desgracias sin sentido, o a plantear situaciones de reivindicaciones localistas; pero no van las cosas por ahí. Prestad atención a la reacción de Jesús cuando le dan la noticia de los galileos asesinados: no se deja llevar de sentimientos patrióticos -su origen es galileo-, ni se detiene en otros temas, sino que aprovecha ese incidente que le han comunicado para invitar a un verdadero arrepentimiento y a la conversión...

No olvida la centralidad de su misión. La existencia de cada persona puede truncarse tan repentinamente como la del caso de los galileos asesinados, o como el caso de los que sufrieron el accidente de la caída de la torre de Siloé... San Lucas recuerda lo que habría escuchado, esta misma noche: puede Dios reclamarnos la vida para someterla al examen. El sentido de estos casos va en la línea de la frágil condición humana y de las circunstancias críticas que la rodean. El tema de una muerte repentina debe hacer reflexionar más a los vivos, e incitarlos a arrepentirse y a reformar su vida, es decir, a aceptar con fe la palabra salvífica de Dios, que Él mismo ha venido a proclamar.

La parábola de la higuera estéril viene bien como conclusión de los dos ejemplos anteriores, donde se resalta que el hombre no tiene la llave de su vida y que el final de ella es imprevisible; así que es importante cuidarla, pero es más importante estar de cara a Dios, más cuando sabemos que nos pedirá cuentas de cómo hemos puesto a trabajar los dones y talentos que nos ha regalado.

En las viñas de Palestina se solían plantar árboles junto a las cepas. Y en un lugar así sitúa Jesús la parábola que leemos en el Evangelio de la Misa de este día: (1) Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y vino a buscar fruto en ella y no encontró.

La higuera simboliza a Israel (2), que no supo corresponder a los desvelos que Yahvé, dueño de la viña, manifestó una y otra vez sobre él, y representa también a todo aquel que permanece improductivo (3) de cara a Dios. El Señor nos ha colocado en el mejor lugar, donde podemos dar más frutos según las propias condiciones y gracias recibidas, y hemos sido objeto de los mayores cuidados del más experto viñador, desde el momento mismo de nuestra concepción. Incontables han sido las gracias y favores del Espíritu Santo.

LEER MÁS

No hay comentarios:

Publicar un comentario