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viernes, 5 de marzo de 2010

CORAZÓN REBELDE


Romance entre un cantante y una periodista que arrastran el peso de sus fracasos. Gran trabajo de los actores, Jeff Bridges y Maggie Gyllenhaal.

Año de producción: 2009
País: EE.UU.
Dirección: Scott Cooper
Intérpretes: Jeff Bridges, Colin Farrell, Maggie Gyllenhaal, Robert Duvall, Beth Grant, Sarah Jane Morris, Tom Bower, Annie Corley
Argumento: Thomas Cobb (novela)
Guión: Scott Cooper
Música: T-Bone Burnett
Fotografía: Barry Markowitz
Distribuye en Cine: Fox
Duración: 115 min.
Público apropiado: Jóvenes
Género: Drama
Contenidos: Imágenes (algunas X), Diálogos (algunos D)

La vida como una canción


Bad Blake es un cantante de country cincuentón, que fue toda una celebridad, pero que ahora, sobre todo por culpa del alcohol, se limita a actuar en antros de medio pelo, a lo largo y ancho de Estados Unidos. Nuestro hombre está todo el día pegado a la botella de whisky, y no ha conseguido echar raíces, cuatro matrimonios de breve duración dan fe de ello. Durante una de sus actuaciones en Santa Fe, una joven periodista y madre soltera, Jean Craddock, pide entrevistarle. Él al principio sólo piensa en hacer un favor al tipo que ha pedido que la atienda, pero pronto surge una atracción que es también añoranza por las cosas buenas de la vida, que ha dejado pasar de largo en su largo camino como cantante.

Emotivo film escrito, dirigido y producido por Scott Cooper, actor más bien desconocido. Adapta una novela de Thomas Cobb, y al parecer logró encandilar al mismísimo Robert Duvall, con quien coincidió en el plató de Get Low, para que la produjera; incluso el mítico actor se reserva un pequeñó papel como el mejor amigo de Bad, la voz de su conciencia por así decir; sin duda que a Duvall le vino a la cabeza Gracias y favores, la película que le dio el Oscar, a la hora de involucrarse en este film.

En un film como el que nos ocupa juegan papel esencial las canciones. Más cuando Bad, que las compone, ha sabido plasmar en ellas con desgarrador lirismo sus problemas personales, a modo de exorcismo. El nivel logrado por T Bone Burnett y el fallecido Stephen Bruton es formidable, sus temas dan el tono requerido por la película. Hay momentos muy emotivos donde la música contribuye de modo decisivo, como el concierto en que el telonero Bad comparte escenario con Tommy, o esa canción que le define tan bien, "es extraño lo parecido que es caer y volar, durante un rato".

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