Cristo es nuestra esperanza, la lección de Jairo es elocuente. Acompaño mis reflexiones.
Como Jairo ante su hija gravemente enferma, muchos ven que nuestro mundo familiar, laboral, social, está también enfermo. El tejido social ha sido invadido por el cáncer del utilitarismo. Ya no hay principios. La falta de escrúpulos en los negocios, la corrupción política, jurídica, policial...; la mentira, la vulgaridad se adueñan de la situación.