Como a los Apóstoles en la Transfiguración, el Señor nos da en esta Cuaresma la gracia para nuestra conversión. Acompaño mis reflexiones.
“El principal fin de la Transfiguración, enseña S. León Magno, era desterrar del alma de los discípulos el escándalo de la Cruz”. A esta interpretación, que es una constante en la enseñanza de la Iglesia, se une también S. Beda que, comentando este episodio del Evangelio de hoy, dice que el Señor permitió a Pedro, Santiago y Juan “gozar durante un tiempo muy corto de la contemplación de la felicidad que dura siempre, para hacerles sobrellevar con mayor fortaleza la adversidad”.