Terry Eagleton, catedrático de Teoría Cultural de la Universidad de Manchester, es conocido por su ideología marxista, pero ha sido también uno de los pensadores que con mayor lucidez ha destapado los prejuicios y errores del “nuevo ateísmo”. Además se ha opuesto a la frivolización de lo religioso que supone la propuesta de religión laica del filósofo francés Alain de Botton.
Si para la polémica de los Ditchkins (como denominó a la pareja más famosa del ateísmo beligerante, Christopher Hitchens y Richard Dawkins), escribió Razón, fe y revolución(2012), en su nuevo libro, Culture and the Death of God(Yale University Press), expone el fracaso de las ideologías que buscaban desterrar lo religioso.
Un error de la izquierda
Como ocurre en su último libro publicado en castellano, Dulce violencia, puede sorprender que un pensador tan comprometido con la ideología marxista realce la importancia del cristianismo y lamente que la izquierda haya ridiculizado lo religioso. Sin embargo, el interés de Eagleton por lo religioso nació antes que sus convicciones políticas y que su vocación como teórico de la literatura.