Jóvenes que dejan las redes sociales porque creen que pierden demasiado tiempo. O que deciden aparcarlas una temporada para volver a conectar con la vida. O que se quedan en ellas para estar de una manera más creativa…
Son la minoría que desafía al estereotipo del joven que se engancha a las pantallas sin hacerse demasiadas preguntas. Porque si de algo va esta tendencia, es de cuestionar los hábitos tecnológicos de moda.
Según el cliché habitual, los jóvenes de la generación Z –nacidos a partir de 1994– han crecido con el móvil en la mano y no conciben una vida más grande que la que les ofrecen sus pantallas digitales. De ahí que cualquiera que aspire a comprender sus inquietudes deba manejarse como pez en el agua con la tecnología.
Pero eso es dar por supuestas demasiadas cosas. De entrada, la relación de esos jóvenes con las redes sociales es más turbulenta de lo que se cree. Hay idas y venidas, portazos, ansiedad, estrés… Y aunque la mayoría las sigue valorando de forma positiva, crece el porcentaje de los inconformes con preguntas.
“En un mundo en el que todos están en línea, renunciar a las redes sociales es un movimiento contestatario y contracultural” (Sirin Kale)
Muchos jóvenes atribuyen su dependencia del móvil al deseo de paliar la soledad
LEER MÁS
Aceprensa.com
Juan Ramón Domínguez Palacios
http://lacrestadelaola2028.blogspot.com
Juan Ramón Domínguez Palacios
http://lacrestadelaola2028.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario