Casi tres cuartas partes de los votantes de Trump se declaran protestantes o católicos. Pero una cosa es considerarse un cristiano cultural, y otra que la fe influya de verdad en las opiniones y la vida diaria.
Se da la paradoja de que, en el llamado “cinturón bíblico”, Trump ha conectado especialmente bien con votantes menos religiosos, como explica a la periodista Maggie Haberman un estratega demócrata de Luisiana.
Y uno de los grupos que más jalea al presidente es la alt-right, que gusta definirse por oposición a la derecha conservadora y religiosa. La “derecha alternativa” ha reunido en un mismo movimiento a jóvenes libertarios que pululaban por la Red en busca de bronca con los “reconstructores de la identidad blanca”. Entre sus enemigos declarados está el cristianismo, al que reprochan que predique la igual dignidad de todos los seres humanos, así como un “altruismo patológico” que debilita a Occidente.
LEER MÁS
aceprensa.com
Juan Ramón Domínguez Palacios
http://lacrestadelaola2028.blogspot.com
LEER MÁS
aceprensa.com
Juan Ramón Domínguez Palacios
http://lacrestadelaola2028.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario