La huerfanita Heidi (Anuk Steffe) pasa los días más felices de su infancia junto a su solitario abuelo, el Viejo de los Alpes (Bruno Ganz), aislado en una modesta cabaña de los Alpes, en las montañas Bündner. Junto a su amigo, Pedro el cabrero (Quirin Agrippi), cuida de las cabras del abuelo y disfruta de la libertad en las montañas.
Pero de repente los días felices llegan a su fin, cuando su tía Dete (Anna Schinz) se la lleva a Frankfurt. Allí, en la familia del adinerado señor Sesemann (Maxim Mehmet), se convierte en la inseparable amiga de Clara (Isabelle Ottmann), una jovencita paralítica que debe aprender a leer y a escribir bajo la supervisión de su estricta institutriz, la señorita Rottenmeier (Katharina Schüttler).
A pesar de que las dos niñas se hacen amigas pronto y de que la abuela de Clara (Hannelore Hoger) despierta en Heidi la pasión por leer y escribir, la añoranza por sus queridas montañas y el abuelo es cada día mayor...
Adaptación del clásico literario de Johanna Spyri, que ha conocido numerosas versiones tanto para el cine como para la pequeña pantalla. La película se ve con gusto pero lógicamente no sorprenderá a gran parte del público. Los niños sin embargo gozarán especialmente de la dulce Heidi, una tierna chiquilla capaz de animarle la vida a cualquiera.
Quizá ése es el aspecto más sobresaliente del film, que capta perfectamente la esencia de la historia: mirar la vida con ojos de niño, saber gozar de la maravilla de la naturaleza y ser capaces de poner amor donde no hay amor para sacar amor. Lo cierto es que es un cuento precioso. Las interpretaciones son buenas. (Almudí JD). Decine21: AQUÍ
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