Microbioma, el último órgano

Hace apenas siglo y medio, científicos como Pasteur se esforzaron para demostrar que eran los microbios, invisibles al ojo humano, los que producían infecciones o fermentaban el mosto. Hoy sabemos que la vida microbiana representa la inmensa mayoría de la biosfera, disponemos de antibióticos para combatir las infecciones o utilizamos microbios para producir fármacos en la industria biotecnológica.

Pero hasta hace poco resultaba inabarcable la variedad de la microbiota que puebla nuestro organismo. Albergamos diez veces más células microbianas que células propias, de ahí el señalar que se trata del último órgano de nuestro cuerpo. Con las nuevas tecnologías conocemos los genes microbianos (microbioma) que nos habitan, podemos deducir que representan a cientos de especies de bacterias y otros microbios, así como valorar cuál es su aportación a nuestra fisiología; desde la degradación de compuestos tóxicos que nuestras células no pueden llevar a cabo, hasta aportes de vitaminas o de energía.

El microbioma del que cada cual es portador también contribuye a definir nuestra individualidad genética. Su composición equilibrada es parte de la salud y sus alteraciones pueden ser patológicas. La microbiota en contacto con la pared del intestino aporta metabolitos que pasan a la sangre y circulan por el organismo. Alteraciones del equilibrio metabólico o trastornos diversos, incluidos los neuropsiquiátricos, desde el autismo al párkinson, se asocian con cambios en la microbiota intestinal. 

Importa saber hasta qué punto estas alteraciones del microbioma son la causa de la patología o son más bien su consecuencia. Incluso, determinados cambios metabólicos del organismo a lo largo del día y de la noche (ritmo circadiano) tienen que ver con la actuación de la microbiota. De esta información se espera derivar terapias que modificando el conjunto de microbios que nuestro organismo acoge contribuyan a mejorar nuestra salud. Avanzar en el conocimiento del microbioma y sus variaciones a lo largo de la vida se perfila como un nuevo campo biomédico muy productivo.

abc.es