El cardenal Giuseppe Bertello ha conferido el sábado pasado la ordenación sacerdotal a 31 fieles de la prelatura del Opus Dei procedentes de 16 países: Australia, Bélgica, Chile, Canadá, Colombia, España, Estados Unidos, Filipinas, Guatemala, Italia, Líbano, Perú, Polonia, Portugal, Kenia y Venezuela. La ceremonia se ha celebrado en la basílica de San Eugenio.
Durante la homilía, el cardenal Bertello —presidente del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano—ha recordado a los ordenandos que, para cumplir su misión, “el sacerdote debe tener con Jesús la misma relación que Él tiene con el Padre: mantenerse unido a Cristo, sin pensar en decir nada proprio y considerando que sin Él no puede hacer nada”.
TODO VUESTRO MINISTERIO CONVERGERÁ EN EL SERVICIO DE AQUELLA SUPREMA PALABRA DE DIOS QUE ES JESUCRISTO Y SU EVANGELIO
“Queridos ordenandos —les ha dicho— estoy seguro de que todo vuestro ministerio convergerá en el servicio de aquella suprema Palabra de Dios que es Jesucristo y su Evangelio, en el anuncio del Amor del Padre y de su Misericordia”.
El cardenal también ha indicado a los nuevos presbíteros que “san Pablo nos ha dado el carnet de identidad del apóstol de Jesús: acoger su Evangelio, vivirlo y anunciarlo”.
Y ha añadido: “Queridos ordenandos dentro de unos momentos seréis transformados en Cristo. Seréis sus instrumentos vivos, como si vuestra persona desapareciera ante la suya, para que Él actúe a través de vosotros”. A partir de ahora —afirmó— “la Misa será el momento central de vuestra jornada”.
El cardenal consagrante ha invitado a los nuevos sacerdotes a ser “sacerdotes-sacerdotes, sacerdotes al cien por cien, como decía vuestro santo Fundador [san Josemaría]. Vivid vuestro sacerdocio con alegría pura y con fe ardiente. Los hermanos y hermanas que encontraréis en vuestro ministerio, esperan de vosotros el testimonio profético de que la Eucaristía es la razón central del sacerdocio. No importa el tipo de ministerio que se os confíe: siempre y en todas partes estáis llamados a edificar el Opus Dei, la Obra de Dios, en la humildad, en la obediencia y en la caridad”.
SIEMPRE Y EN TODAS PARTES ESTÁIS LLAMADOS A EDIFICAR EL OPUS DEI, LA OBRA DE DIOS
Durante la homilía, el cardenal Bertello también se ha referido con estas palabras al prelado del Opus Dei, Mons. Fernando Ocáriz, que ha participado en la ceremonia desde el presbiterio: “Hay un agradecimiento personal que deseo expresar a vosotros, sacerdotes, y al Prelado, por haberme invitado a presidir esta solemne liturgia. Esta circunstancia hace que me sienta todavía más cercano a la Obra, y me obliga a acompañaros siempre con mi oración”.
“Recen para que sepamos llevar a todas partes la alegría y la misericordia de Cristo”
A la ceremonia han asistido numerosos familiares de los nuevos sacerdotes. “Lo que nos sostiene en estos momentos —señala el portugués Diogo Brito— son las oraciones de tantos familiares y amigos”. El italiano Luigi Vassallo, explica: “Hemos procurado vivir estos días en un clima de oración y acompañados por las oraciones de muchas personas. Ojalá consigamos llevar la alegría y la misericordia de Cristo a todas partes, como nos pide el Papa Francisco”.
Los nuevos sacerdotes habían recibido la ordenación diaconal hace seis meses, de manos de Mons. Javier Echevarría, prelado del Opus Dei, fallecido el pasado 12 de diciembre. Álvaro Mira, español, señala que “Mons. Javier Echevarría habrá asistido gozoso a nuestra ordenación desde el Cielo. Él nos confirió el diaconado y creo que todos le estamos pidiendo que nos ayude a ser buenos sacerdotes. Recuerdo el abrazo que me dio en aquella ceremonia. Me da mucha confianza pensar que está pidiendo a Dios que seamos buenos instrumentos suyos”.
Refiriéndose a su futuro ministerio pastoral, el filipino Dante Parado comenta: “Uno de mis deseos es llegar a más gente joven. El reto más grande que afronta la Iglesia es ayudar a la gente a darse cuenta de que la vida cristiana no es una serie de normas, o ir a misa el domingo, sino un encuentro personal con Cristo”.
El estadounidense Joseph Keefe, de Boston, se suma a esta petición: “Rezad por nosotros para que nuestro único deseo sea servir a los demás y vivir para los demás, sin prisa”. Y explica: “El Papa Francisco dice que cuando Jesús estaba con la gente −y lo vemos en el Evangelio, por ejemplo, con la mujer samaritana o con los apóstoles− nunca tenía prisa. Siempre tenía todo el tiempo del mundo para aquella persona. Miraba a la gente a los ojos. Un sacerdote tiene la misma tarea en este mundo: hacer presente a Cristo entre la gente, y estar dispuesto a escuchar”.
Fuente: opusdei.es.
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