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viernes, 29 de junio de 2018

Los obispos condenan la ley de eutanasia porque es «un corredor de la muerte»

Proponen medidas similares a los permisos de paternidad para facilitar la atención de los enfermos terminales. 

Los obispos consideran que la eutanasia «universal y gratuita» que propone el PSOE «cuestiona un principio ético básico: el de “no matarás”». Así lo advirtió la Subcomisión de Familia y Vida en una nota el pasado mes de mayo y lo ratificó ayer la Comisión Permanente, durante su reunión trimestral en la Casa de la Iglesia. 

Al término de ese encuentro y partiendo de esa premisa, el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, urgió a los partidos políticos y a la sociedad en general a «cambiar el chip y pensar cómo mejorar los cuidados paliativos», ya que, según recordó, «la defensa de la vida nunca puede guiarse «por baremos de calidad».

El portavoz propuso que los cuidados paliativos «no se limiten solo a los cuidados médicos», sino que se tengan en cuenta, además, «el acompañamiento psicológico y espiritual». «Así como se hace en el caso de los nacimientos, hay que liberar a los familiares para que puedan cuidar a sus enfermos terminales. 

Estas son las respuestas de una sociedad éticamente sana y no el atajo de la muerte que se quiere instaurar con la eutanasia», aseguró Gil Tamayo, que insistió que «no existe el derecho a morir» porque «va en contra de la naturaleza y la ecología humana». 

 Para el secretario general, la propuesta del PSOE que se tramita en el Congreso para legalizar la eutanasia «supone abrir un corredor de la muerte más a los que ya existen» y dar vía libre a una «cultura del descarte». Sobre la ley LGTBi (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales) que también se encuentra en el Parlamento, el secretario general advirtió de que la Iglesia ya manifestó su «oposición absoluta». 

A renglón seguido, recordó que «no se le puede pedir a la Iglesia que vaya encabezando la manifestación» en contra de esta norma y de las ya aprobadas por las distintas autonomías. «Ahora toca a los ciudadanos tomar conciencia del derecho al ejercicio pleno de sus libertades y actuar en consecuencia», aseveró. 

Los acuerdos se mantendrán Una semana y media después del encuentro entre el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Ricardo Blázquez, y el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, en el Palacio de la Moncloa, el secretario general informó ayer de que dicha reunión es «una señal muy positiva». 

 La reunión se produjo gracias a la mediación del alcalde de Valladolid, el socialista Óscar Puente, y se produjo el martes 19 de junio, a propósito de la visita del cardenal a Madrid para presentar la Memoria de Actividades de la Iglesia. Según destacó Gil Tamayo, el encuentro se enmarca dentro de la «normalidad institucional» y de «las relaciones cordiales que mantienen la Iglesia y el Gobierno». 

 Durante el transcurso de esa reunión, el cardenal Blázquez recordó a Pedro Sánchez que el papel de la Iglesia «no es ser un contrincante político», pero sí la de ser una voz ante la realidad social. «La Iglesia tiene una palabra qué decir, una cosmovisión sobre los asuntos que se plantean a la sociedad con respecto a la educación, la inmigración o la defensa de la vida», recordó el secretario general. 

Gil Tamayo también precisó que el jefe del Ejecutivo trasladó al cardenal Blázquez su intención de que las relaciones Iglesia-Estado «se mantengan en un clima de normalidad y cordialidad, dentro del marco de los Acuerdos Iglesia-Estado». «Hay que huir del lenguaje apocalíptico y de los profetas de calamidades», enfatizó el sacerdote. 

Pocas horas antes de que el Consejo de Europa iniciase su reunión para abordar el problema migratorio, el secretario general indicó que la movilidad humana es «un derecho que debe estar regulado, pero dando siempre prioridad a la ayuda y la acogida que necesita el inmigrante». «Tiene que haber un respeto de Europa a sus valores inspirados en el humanismo cristiano. 

No puede ser solo una Unión Europea de protección económica», aseguró Gil Tamayo, quien pidió a las naciones que «aumenten y mantengan de forma estable su ayuda a la cooperación internacional para evitar que estas personas tengan que emigrar».

abc.es
Juan Ramón Domínguez Palacios / http http://lacrestadelaola2028.blogspot.com

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