Para que a una persona le caigan 40.000 dólares de multa o cuatro años de cárcel, debe de haber hecho algo muy gordo, y en Kenia entienden que producir, vender o aun llevar consigo bolsas de plástico es justamente eso. Resulta que las bolsas estaban asfixiando al país –y nunca mejor dicho: muchos hacían sus necesidades en ellas y las arrojaban dondequiera–, por lo que en agosto de 2017 entró en vigor una ley para prohibirlas.
La Comisión Europea quiere que en 2025 se recicle el 90% de las botellas, y propone prohibir los plásticos de un solo uso
Tal vez a Kenia se la ha ido la mano en lo de penalizar el plástico, pero no es la única que quiere atajar el problema: otros países africanos toman nota y consideran aplicar medidas semejantes.
En Europa, entretanto, Francia ha anunciado que desde 2020 no permitirá la venta de vajillas de ese material, mientras que España, Alemania, Gran Bretaña y otros han ido introduciendo la obligación de pagar por las bolsas de la compra. Además, la Comisión Europea quiere que en 2025 se recicle el 90% de las botellas, y propone prohibir los plásticos de un solo uso, como los bastoncillos de algodón, los envoltorios de caramelos, los cubiertos, las pajillas, etc..
No hay comentarios:
Publicar un comentario