Encarni Iglesias: «Dar un “me gusta” en redes puede quebrantar la orden de alejamiento»

Encarni Iglesias, mujer maltratada que se separó de su marido
 y siguió amenazada, preside la nueva asociación
Stop Violencia de Género digital

La entidad que preside Encarni Iglesias (Madrid, 1970) no cuenta con una gran logística. Ni una magnitud desbordante. 

Unos 500 asociados se unieron hace un año para alumbrar Stop Violencia de Género Digital porque no entendían cómo, en una sociedad que, por fortuna, ya tiene altavoces para las mujeres víctimas de violencia de género, no se disponen recursos específicos para el tipo de agresión que más crece: la que se desarrolla por cauces virtuales.

Esta mujer fue agredida durante años por su marido, hasta que un día se envalentonó y desató su armadura. «Yo soy una mujer maltratada, y después de separarme seguí sufriendo maltrato a través de las redes y el teléfono. Recibía amenazas de muerte, también hacia nuestro hijo», relata. Ahora pone su hombro para que decenas de mujeres le confiesan episodios sangrantes. 

Con esta voluntad nació la primera asociación en España de violencia en el ámbito digital, que acaba de celebrar el segundo Congreso nacional sobre esta materia y que se enfoca hacia una tarea clave, pero que aún está en ciernes en nuestro país: el fomento de la educación digital.

—Acabamos de asistir al terrible asesinato de una joven a manos de otra joven, por celos, en Alcorcón (Madrid). ¿Usted cree que se están fomentando actitudes cada vez más machistas entre los jóvenes, también entre ellas? —El mito del amor romántico está haciendo mucho daño entre los adolescentes. Si no tiene celos la otra parte, muchos jóvenes consideran que no siente amor por ellos, pero es un mito en el que creen tanto chicos como chicas. Las últimas estadísticas de la Fundación ANAR dicen que, en la adolescencia, las chicas les superan a ellos en el control a su pareja. Y vemos que es así. 

—¿Estamos dando la importancia que merece a la celopatía en los sucesos de violencia de género? —No estamos dando importancia a muchas cosas. La celopatía es una de ellas. Tampoco se lo estamos dando a la violencia digital, cuando la mayoría de los ataques vienen por esta vía. 

–¿Qué expresiones y manifestaciones contiene esta forma de violencia? —Amenazas, insultos, difamaciones, suplantación de la identidad, instalación de programas y software espía... Todos son delitos y nos tienen que preocupar de la misma manera. Es un tipo de violencia que en la mayoría de los casos la gente no sabe cómo afrontar. Pero no están tipificados debidamente como formas de violencia hacia la mujer. 

–¿Hay más violencia de género digital que real? –Es muy importante concienciar a la gente de que los delitos digitales están penados de igual modo que cualquier otro delito. La mayoría de ellos, en la actualidad, lleva alguna parte de ámbito digital; es decir, se perpetra a través de WhatsApp o de cualquier red social. La gran difusión que tiene este ámbito puede ser, además, terriblemente dañino para la víctima. 

–¿Se infravalora? –A día de hoy, todavía se infravalora muchísimo. Solamente tenemos que ver el caso de las niñas de Alcorcón. Los mensajes de WhatsApp que se mandaban eran totalmente amenazantes. Nadie hizo nada. 

–¿Debería incluirse en el Pacto de Estado alguna medida específica para estas formas de violencia? –En el Pacto se incluyó alguna pequeña reforma en el ámbito digital, pero sin dársele la suficiente importancia. –Muchos demandan cambios en las leyes, porque cuando a una chica la asesina otra chica tiene una consideración diferente y no entra en vigor la Ley de Violencia de Género. Tampoco si a una hombre lo mata su mujer... –A lo mejor es el momento de tratar a las personas sin distinción de sexos. La guerra de sexos que se vive en la actualidad no es beneficiosa para nosotras. 

–¿Qué se concluyó el Congreso que han celebrado en Madrid? –Que falta educación digital en la sociedad, en todos los ámbitos. Los Cuerpos de Seguridad cuentan con departamentos específicos, pero tenemos un problema a pie de calle. Casi toda la población usa internet, por lo que todos los departamentos necesitarían una mínima formación en el ámbito digital. 

Dar un «me gusta» a una publicación, por ejemplo, en una red social, cuando existe una orden de alejamiento, es un quebrantamiento de esa orden. Otra cosa que se plasmó es el error de considerar a los menores «nativos digitales». Es un término equivocado. 

Lo mismo que les enseñamos a cruzar por semáforos o pasos de cebra les tenemos que decir que está mal insultar por un grupo o burlarse de los demás, y que si lo hacen puede tener consecuencias. El consejo es que no separemos nuestra vida digital de la personal, lo que no haríamos en la vida real no lo hagamos en la virtual.

Encarni Iglesias Presidenta de Stop Violencia de Género Digital

abc.es 

Juan Ramón Domínguez Palacios

http://lacrestadelaola2028.blogspot.com