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martes, 31 de octubre de 2017

Nuestra vida en la Borgoña

Hace diez años, Jean dejó atrás a su familia y su Borgoña natal para dar la vuelta al mundo. Al enterarse de la inminente muerte de su padre, regresa a la tierra de su infancia. Allí se reencuentra con sus hermanos, Juliette y Jérémie. El reencuentro entre los hermanos marcará un periodo en que los tres tendrán que afrontar sus vidas de modo diferente.
Estupenda y reconfortante película francesa, de esas que permiten comprender que las pequeñas y cotidianas historias son a veces las más hermosas. El director francés Cédric Klapisch despliega la historia con sutileza y los conflictos de cada personaje, sus miedos y sus retos, entran con primor en una trama sencilla, estructurada a lo largo de todo un año, según los trabajos estacionales que son necesarios emprender en la viña. Además, el director demuestra tener una gran sensibilidad para hablar de la fraternidad.
Sin espectáculo, desprende Nuestra vida en la Borgoña una visión realista y positiva del amor, de la unión familiar, del encuentro reposado con la felicidad, ésta enmarcada en una visión auténtica de la vida, un modo de ser que el film sabe encarnar en los tres hermanos y en su modo de disfrutar del vino, en contraste con la visión utilitarista de sus vecinos viticultores. Todas las interpretaciones son espléndidas. (Almudí JD). Decine21: AQUÍ


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