Del 22 al 28 de enero tiene lugar la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Panamá 2019. Miles de jóvenes acudirán al evento junto al Papa. Panamá, Istmo centroamericano, suma fuerzas.
Cuando se le pregunta al arzobispo de Panamá, Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, por qué se aceptó el reto de organizar una Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), con todas las complicaciones logísticas y el desgastante esfuerzo humano e intelectual que significa, él responde con brevedad y lucidez: “Porque los jóvenes (todos, sin distingo de credo, raza o condición social) son el presente y al mismo tiempo la esperanza de un futuro mejor. Sin ellos, el cambio no será posible”.
Monseñor Ulloa coincide así con el Papa Francisco, quien está empeñado en mostrar la capacidad de los más pequeños para hacer grandes transformaciones. Sí, los pequeños, ésos son los que están en el punto de mira de Su Santidad. En ese grupo también están los jóvenes, a quien el Papa identifica como víctimas de una “cultura del descarte”, donde solo importa quien se deja manipular y moldear al tuntún de la “globalización de la indiferencia”.
La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es un encuentro de jóvenes de todo el mundo con el Papa, en un ambiente festivo, religioso y cultural, que muestra el dinamismo de la Iglesia y da testimonio de la actualidad del mensaje de Jesús. Fue creada con el objetivo de favorecer el encuentro personal con Cristo, que cambia la vida; promover la paz, la unidad y la fraternidad de los pueblos y las naciones del mundo, a través de la juventud como embajadora y; desarrollar procesos de nueva evangelización destinada a los jóvenes.
Por eso, resulta mezquino mirar la JMJ como una oportunidad exclusivamente de reactivación económica. Esos 300.000 jóvenes que podrían llegar a territorio panameño traen un avivamiento mucho más abarcador, sobre todo de ilusión, a un istmo centroamericano azotado por la guerra, la tiranía y la corrupción.
Es cierto que por cada dólar que se invierta, el retorno puede ser tres o cuatro veces esa cantidad, asumiendo un presupuesto en el que el 80 % de los fondos proviene de los jóvenes peregrinos, quienes costean su inscripción, alimentación y transporte. También es verdad que el turismo y la imagen−país serán los grandes ganadores materiales.
Con la protección de la Virgen
La JMJ se celebra cada año el Domingo de Ramos, y cada dos años el Papa elige un lema y una sede en donde jóvenes de todas partes del mundo se encontrarán y celebrarán su juventud, sus creencias, su cultura y mucho más. La inminente JMJ tiene como sede Panamá y será del 22 al 27 de enero de 2019, bajo el lema “He aquí la sierva del Señor; hágase en mi según Tu palabra” (Lc 1, 38). Por supuesto, este magno evento involucra una gran organización y preparación. Por eso se ha designado un Comité organizador local con diferentes direcciones que apoyan, en su mayoría voluntariamente, a la formación del esquema que se trabajará en esta importante semana.
Actividades: catequesis
Dentro de la JMJ hay actividades que son propias del evento, tanto religiosas como de recreación. El primer día empiezan a llegar los peregrinos a su lugar de hospedaje, ya sea con una familia de acogida o en algún colegio o gimnasio que se haya designado para este propósito.
El martes empiezan las catequesis, que son impartidas por obispos y cardenales de todas partes del mundo, y además estarán en los idiomas oficiales de la JMJ, que son español, inglés, italiano, portugués y francés. Las catequesis solo tienen lugar durante las horas de la mañana; en la tarde los peregrinos deciden qué tipo de actividad quieren realizar. Pueden hacer un poco de turismo, peregrinación en las iglesias y monumentos conocidos del país sede, o asistir a la Feria vocacional o Festival de la juventud que explicaremos más adelante.
Eventos con el Papa
El Santo Padre llega al país el miércoles día 23, y el jueves se realiza su primer encuentro con los jóvenes. Seguido de ello, el viernes se realiza un Vía Crucis, elemento característico de las JMJ, para recordar la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
El evento más concurrido es la vigilia que ocurre entre el sábado y el domingo. Cientos de miles de jóvenes y adultos asisten y se mantienen en oración, vigilantes, y con el Santísimo Sacramento expuesto. Es costumbre que se levanten carpas y las personas lleven bolsas de dormir para quedarse toda la noche en esta vigilia y estar listos para la Misa de envío presidida por el Santo Padre el domingo por la mañana.
Festival de la juventud y feria vocacional
Dos de las actividades que caracterizan a la JMJ y que son importantes para la recreación y conocimiento de los peregrinos son el Festival de la juventud y la Feria vocacional. El Festival de la juventud fue creado con el propósito de unir a los jóvenes de alrededor del mundo a través del compartir de sus talentos artísticos, religiosos y experiencias de fe y vida. Esta expresión se manifestará en una variedad de eventos artísticos, musicales, teatrales, exposiciones de arte, encuentros y mucho más. El mismo se realizará en diferentes puntos estratégicos y turísticos de la Ciudad de Panamá de manera que todos los peregrinos puedan disfrutar del festival, sin importar la distancia de su hospedaje.
El festival comenzará el lunes 22 de enero de 2019, antes del inicio de las actividades principales de la JMJ, y durará hasta el domingo después de la Misa final, en horas de la tarde y noche.
Por su parte, la Feria vocacional es un evento que promueve todos los carismas y vocaciones que ofrece la Iglesia católica, y además participan de ella congregaciones religiosas y movimientos eclesiales y asociaciones laicales. La misma se realizará en un parque de la ciudad muy conocido, llamado el Parque Omar, que también servirá de sede para el Parque del Perdón donde se efectuarán el sacramento de la reconciliación.
Días en las diócesis
Una semana antes de la Jornada Mundial de la Juventud tendrán lugar los Días en las Diócesis o la pre-jornada, creada con el propósito de dar a conocer un poco más del país sede y de todas las diócesis que lo forman. En el caso de Panamá, por ser un país pequeño, con solo 8 jurisdicciones eclesiásticas en su territorio geográfico, se ha unido Costa Rica. La pre-jornada es una actividad opcional a la que no asisten la misma cantidad de peregrinos que asisten a la JMJ. Sin embargo, es una oportunidad excelente para crear una experiencia bella, hacer una misión evangelizadora y conocer a personas que quedarán en nuestros corazones por el resto de nuestras vidas.
Los voluntarios, claves
Uno de los elementos que hace posible una jornada es el trabajo voluntario que miles de personas ofrecen por amor a Dios y a la JMJ. Para la jornada de Panamá, las inscripciones cerraron con más de 30.000 voluntarios en lista, de los cuales 5.000 son internacionales. Hay varios tipos de voluntariado, entre los que se destacan el voluntariado local, que se enfoca en las parroquias de Panamá, empresas, universidades y organizaciones no gubernamentales; el voluntariado diocesano, que incluye todas las personas que quieren ser voluntarios en las diócesis de Panamá y Costa Rica; el voluntariado internacional, que puede ser tanto de corta estancia, es decir, durante el período de la JMJ, y de larga estancia que están en el país varios meses antes de la jornada y son validados por sus conferencias episcopales.
Por otro lado, el Comité Organizador local está aceptando ayuda de manera virtual en lo que concierne a traducciones, diseño gráfico, edición, y cualquier otro trabajo que consideren que se pueda hacer a larga distancia.
Todo estos aspectos tiene al istmo centroamericano como electrificado. Todos los días miles de correos electrónicos, chats y post en redes sociales estremecen a decenas de miles de muchachos que están en la recta final para una reactivación espiritual. Saben que la historia en sus países cambiará, y que será así en la Iglesia entera, con ellos como protagonistas.
Promoción de los muchachos
Para el Papa Francisco y el arzobispo Ulloa, el rédito más importante está en la promoción humana y espiritual de los muchachos. En agosto del año pasado, durante su visita a Colombia, Su Santidad señaló: “He escogido Panamá, el istmo del continente americano, para realizar la Jornada Mundial de la Juventud del 19. Estoy seguro que en todos los jóvenes se esconde un istmo; en el corazón de todos nuestros chicos hay un pequeño y alargado pedazo de terreno que se puede recorrer para conducirlos a un futuro que solo Dios conoce, y a Él le pertenece. […] Nos toca a nosotros presentarles nuevas propuestas para despertar en ellos el coraje de arriesgarse, junto a Dios, y hacerlos, como la Virgen, disponibles”.
En una región centroamericana donde la mayoría son jóvenes, estas palabras del Papa, además de consuelo, traen consigo la esperanza de mejores días en el contexto de la JMJ. A estos muchachos y muchachas, el Papa les reitera: “Estoy seguro que, si bien el ruido y el aturdimiento parecen reinar en el mundo, esta llamada [la de Jesús] continúa resonando en el corazón da cada uno para abrirlo a la alegría plena”.
La “revolución” del servicio
En el video mensaje de preparación a la JMJ de Panamá, el Papa ha exhortado también a los jóvenes a desbaratar los poderes de este mundo con la “revolución del servicio”, en diálogo con Dios y actitud de escucha, como María
El “sí” valiente y generoso de la Virgen María, es el ejemplo que toma el Santo Padre para explicar el significado de “salir de uno mismo” y “ponerse al servicio de los demás”. Francisco subraya que el deseo de muchos jóvenes de “ayudar a otros”, de “hacer algo por los que sufren” es la “fuerza de los jóvenes”, capaz de cambiar el mundo y “desbaratar los grandes poderes de este mundo: la ‘revolución’ del servicio”.
Y es en el “trato con Dios y en el silencio del corazón” donde se descubre “la propia identidad y la vocación a la que el Señor llama”, expresada de diferentes formas, explica el Papa, subrayando que “lo importante es descubrir lo que el Señor espera de nosotros y ser valientes para decir sí”. Al referirse a la Virgen María, “mujer feliz porque fue generosa con Dios que se abrió al plan que tenía para ella”, el Papa explica que “las propuestas de Dios son para hacer que nuestra vida fructifique y haga brotar muchas sonrisas y alegre muchos corazones”.
Eduardo Soto, Panamá. Director de Comunicaciones en la JMJ Panamá 2019
Fuente: Revista Palabra.
Juan Ramón Domínguez Palacios
http://lacrestadelaola2028.blogspot.com
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