¿Voluntarios?

Los voluntarios culturales son una figura cada vez más extendida en España. Gracias a esto, muchas personas, especialmente jubilados, realizan tareas de mediador cultural o guía en numerosos centros y museos. 

Con esto se cubre buena parte de la plantilla de dichos centros y, por tanto, no es necesario contratar a más gente. No sólo eso, sino que profesores jubilados ya empiezan a impartir cursos y talleres que, hasta ahora, hacían profesionales de manera remunerada en edad de trabajar. 

Todo esto bajo el pretexto social de tener ocupados a nuestros mayores. ¿No es mejor medida social tener ocupados a nuestros parados? El asunto gira en torno a lo de siempre: no valorar las Humanidades ni la cultura. ¿Se vería razonable que un ayuntamiento u otra institución emplease a un fontanero jubilado como voluntario? 

Mientras, el nivel de paro juvenil sigue por las nubes, especialmente en Humanidades, en un país que destaca, precisamente, por su patrimonio histórico y sus muchos y buenos museos. «También se hace en Europa», dirán algunos. 

Bien, en Europa el paro juvenil no ronda el 35 por ciento. Afortunadamente son muchas las oportunidades de ocio que se ofrecen a los miembros de la tercera edad. Mientras tanto, jóvenes con talento, grados y másteres siguen en casa de sus padres o buscando trabajos para los que están sobrecualificados, aquí y en el extranjero.

Julio José Llera
abc.es
Juan Ramón Domínguez Palacios
http://lacrestadelaola2028.blogspot.com